Solía repetir, que nunca espero más de 30 min. a nadie, y no fue así, siempre eran 45, 60 minutos, un día, una semana, un año y mas, si de cumplir alguna misión social, familiar, laboral o educativa, la tolerancia llegaba a media hora y me iba…pero si se trataba de ella, aun la sigo esperando. Aunque nunca entenderé porque la gente se retrasa; y peor, por que esperan tanto, requintan, protestan, se excusan, acusan, se inculpan, una y otra vez. Treinta minutos son suficientes para matar a tu jefe, para encontrarte con tu amante, para escribir un poema, para robar lo que quieras, para leer la biblia, para embriagarte, para hacerte la paja, para cantar la mejor cancion, para tener sexo vaginal y/o anal, al final solo corres un poco y todo sigue su camino.
En primaria, secundaria, universidad y hace poco en el trabajo, jamás llegue tarde a nada, salvo enfermedad domingo o feriado, e asistido a la hora requerida, incluso totalmente alcoholizado llegaba o'clock; así, este garabato de vida lo desperdicie llegando puntualmente a cada evento a cada clase o cita estudiantil, a cada fracaso, desaire, o humillación, a cada segundo de tu ausencia, asistí antes que cualquiera.
Esta mañana como todas, miro por la ventana, todos corren basura en mano tras mas basura, mis sobrinos en uniforme, el agua en el lavabo y en esos círculos en el inodoro, las monedas en mis bolsillos, mis abandonadas pasiones, las arrugas en mi padre, el sol y la sombra en mi cara, los zapatos desgastados, mi función eréctil, las recurrentes pesadillas, la ansiedad cronica e inútil, mi ganas de llorar, mi tendencia suicida y esta desesperación por verte, toma vuelo y corre, corre… y corre.
Decidí entonces negar a mi cuerpo el acto físico de correr. Para que mejorar los fluidos en tu cuerpo, eso garantiza el incremento en tiempo de vida e incrementa también tus dolores, tus problemas, las pastillas…; ¿que previene que subas de peso?, pero si no tienes dinero y ganas de comer ¿como mierda vas a engordar?; para que mejorar el sistema defensivo para que prevenir enfermedades si no hay nada mas enfermo que correr delante de nadie y detrás de nadie; dicen que te hace más inteligente, ¡que vayan, que corran los retrazados…!; ¿que mejora la actitud?, díganselo entonces a los políticos, las putas, a los burócratas, díganselo a Dios…; para que carajo me acerco a un parque, a los árboles, a la gente, a los asaltos, al aire puro o al hollín, a ver la cara de culo del vecino o el culo a mis vecinas…no señores, no voy a correr mas, si lo hago esperare mucho mas.
Y entre tanta justificación, me asustó sobretodo enterarme, que a tu lado el tiempo tambien corre, por eso en protesta dejo de lado esta cualidad, así como muchos dejan de beber, algunos dejan tener sexo, u otros dejan de robar, yo dejo de correr, porque apurarme para ser puntual contigo, me convierte en un minuto más de todo ese tiempo que has perdido conmigo.
31 de marzo de 2009
El hombre que no puede correr
Solía repetir, que nunca espero más de 30 min. a nadie, y no fue así, siempre eran 45, 60 minutos, un día, una semana, un año y mas, si de cumplir alguna misión social, familiar, laboral o educativa, la tolerancia llegaba a media hora y me iba…pero si se trataba de ella, aun la sigo esperando. Aunque nunca entenderé porque la gente se retrasa; y peor, por que esperan tanto, requintan, protestan, se excusan, acusan, se inculpan, una y otra vez. Treinta minutos son suficientes para matar a tu jefe, para encontrarte con tu amante, para escribir un poema, para robar lo que quieras, para leer la biblia, para embriagarte, para hacerte la paja, para cantar la mejor cancion, para tener sexo vaginal y/o anal, al final solo corres un poco y todo sigue su camino.
En primaria, secundaria, universidad y hace poco en el trabajo, jamás llegue tarde a nada, salvo enfermedad domingo o feriado, e asistido a la hora requerida, incluso totalmente alcoholizado llegaba o'clock; así, este garabato de vida lo desperdicie llegando puntualmente a cada evento a cada clase o cita estudiantil, a cada fracaso, desaire, o humillación, a cada segundo de tu ausencia, asistí antes que cualquiera.
Esta mañana como todas, miro por la ventana, todos corren basura en mano tras mas basura, mis sobrinos en uniforme, el agua en el lavabo y en esos círculos en el inodoro, las monedas en mis bolsillos, mis abandonadas pasiones, las arrugas en mi padre, el sol y la sombra en mi cara, los zapatos desgastados, mi función eréctil, las recurrentes pesadillas, la ansiedad cronica e inútil, mi ganas de llorar, mi tendencia suicida y esta desesperación por verte, toma vuelo y corre, corre… y corre.
Decidí entonces negar a mi cuerpo el acto físico de correr. Para que mejorar los fluidos en tu cuerpo, eso garantiza el incremento en tiempo de vida e incrementa también tus dolores, tus problemas, las pastillas…; ¿que previene que subas de peso?, pero si no tienes dinero y ganas de comer ¿como mierda vas a engordar?; para que mejorar el sistema defensivo para que prevenir enfermedades si no hay nada mas enfermo que correr delante de nadie y detrás de nadie; dicen que te hace más inteligente, ¡que vayan, que corran los retrazados…!; ¿que mejora la actitud?, díganselo entonces a los políticos, las putas, a los burócratas, díganselo a Dios…; para que carajo me acerco a un parque, a los árboles, a la gente, a los asaltos, al aire puro o al hollín, a ver la cara de culo del vecino o el culo a mis vecinas…no señores, no voy a correr mas, si lo hago esperare mucho mas.
Y entre tanta justificación, me asustó sobretodo enterarme, que a tu lado el tiempo tambien corre, por eso en protesta dejo de lado esta cualidad, así como muchos dejan de beber, algunos dejan tener sexo, u otros dejan de robar, yo dejo de correr, porque apurarme para ser puntual contigo, me convierte en un minuto más de todo ese tiempo que has perdido conmigo.
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buen texto, raro punto de vista
ResponderBorrarbien piedra...hiciste bien en cambiar ,los tambores por la pluma...
ResponderBorrarTu pluma y estilo son un asco
ResponderBorrarDebo reconocer... que algunos (me incluyo) somos esclavos del reloj, y tienes mucha razón... para qué correr tanto.
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