¿Si yo fuera…?
(Una subcrónica en honor a la democracia interna)
Si yo fuera gringuito; la más probable historia de mis padres sería la de unos migrantes norteamericanos, argentinos, chilenos; o mejor, descendientes directos de Pozuzo, ¡Ah!, pero por supuesto; jamás, bajado de la puna o sobreviviente de esa maldita lacra quejona, que viene a nuestras ciudades disque en busca de oportunidades o escapando del terrorismo que ellos inventaron, argumentando olvido y marginación. Somos solo una raza, incluidos los ciudadanos de primera y de segunda categoría.
Si como “criollazo” me identificaran; seguramente no tendría ningún problema en decir que odio a los racistas; que condeno enérgicamente a las personas, instituciones y discotecas de ambiente que por viles intereses y prejuicios, consideran a las personas de “color”, inferiores o indignas de nuestro respeto y atención. Así, en la consideración que no deben existir distinciones por el color de piel, confieso que me sería difícil y algo problemático en describir o referirme a un negro o indio; pero, como yo no discrimino y considero que son la misma mierda; no me hago problemas.
Si yo fuera un tipo ¡bien…!; podría pasar de vez en cuando como extranjero, tener el honor de ser atendido con cortesía en un cuzqueño restaurante, podría modificar un tantito mi dejo y podría hablar como Chemo del Solar, abiertamente mostraría mi admiración por la cultura y la gente peruana, defendería la nariz santa natura de Maju-Mantilla; y luego me tomaría veraniegas fotos con Tongo en Eisha.
Si nacido y crecido coloradito, en mi casa, no me hubieran apodado “negro”. Las relaciones amicales de la infancia, no se hubieran menoscabado por estar ligado a un karma de esclavismo y antecedente no bípedo; los oscuros, trigueños y canelitas… que integran esa hedionda plaga de primates bestias que encarnan el mal, la delincuencia, el zapateo y la suciedad. Esos inocentes sobrenombres de entonces, (y derivados) terminaron dejándome la siguiente reflexión: Peor que ser cholo… es ser negro; y ya, gorilamente inconcebible… cholo-negro.
Si de castaño natural no más… Jamás me hubiera retirado del ICPNA y de mi curso de inglés, a mis 13 años, ese boy que se burló tanto de mi cabello hirsuto y decolorado por el sol y el hambre –según algunos-, hizo de mi futuro bilingüe mote con queso; verdadero gringuito maricón, nunca pudo comprender que lavarme la chujcha con agua oxigenada con la pretensión de parecerme a él; fue una idea literalmente descabellada; nunca paso por mi cabeza; es más, apenas me mojaba los lunes miércoles y viernes con champú ARIEL, junto algunas vacas que protestaban por contaminar su agua verdosa.
Si calificado con buena raza y de ojos claros en una universidad nacional me hubiese educado; podría mi inteligencia haber conquistado a Jennifer; una verdadera chica “de su casa” y “de familia”; de aseo diario con agua potable y electricidad las 24 horas en departamento de zona residencial; podría ella, haberme presentado a su linda madre, (ser un buen partido…), sentarme en su juego de comedor con 8 sillas y su inodoro de porcelana; me habría distanciado por un instante de la nauseabunda fosa que escarbaba en casa para depositar mis eses y mi amor; estoy segurísimo podría haberme enterado con tiempo, que sabor tenía su trilingüe y aseada boca.
Si de una dorada cabellera ostentara; mis labios muy bien delineados se apreciarían en su real dimensión; en todo su efectividad mi quijada partida hubiera roto corazones y calzones; mi look de ese entonces me acercaría a Kurt Cobain y no a miembro del FREPAP -como lo fue-, mis 5 tatuajes se lucirían en mi clara piel, se distinguirían sus colores; y como Plus, mi presencia ya no sería de un ex presidiario, de seguro, me identificarían más como un roquero de polendas.
Si hubiera sido un hijo de puta blanquiñoso, se perdonaría el oficio de mi madre y desde luego, tendría un apodo como “Calígula “ y no “Gregorio”; sería un bohemio y no un asqueroso borracho; un “locaso” y no un “faite”. Así, con todos los talentos que poseo, podría haber llegado a ser famoso, tal vez un artista mediático, mi nombre y apellidos se venderían, valdrían…, seria conocido y deseado por alguna vedette…, quien sabe, hasta podría ser amigo de algún “aprista” y salir en un comercial de Marca Perú.
Si “limeñito blanquito miraflorino” me llamaran; hubiera elegido ser “PPKausa”, vestido en esos polos de colores encendidos, iconos de la cultura popular lorcha, a pelo para pálidas pieles. Lo importante sería el círculo social y moral inclinándose por la “Chinita” y no por el “Cachaco”; por el obeso crecimiento económico y el disfrute de lo rico que es insultar en el Perú: “ignorantes de mierda”, “serranos cagados”, “indios reprimidos” solo buscan hundir al país; a garganta limpia, con orgullo, hubiera defendido en nombre del señor, la democracia del padrecito Cipriani y todos los serios e inteligentes ensayos de realidad peruana que difundía Aldito y Jaimito.
Si criado educado y formado como persona; hoy con un cobrizo en el poder, tendría que irme al exterior, ó al otro lado del charco, sacar mis ahorros de los bancos y perder mis puntos; vender mis 400 C´ds musicales, porque seguro se distribuirá entre los pobres; cancelar mi “face”, porque la internet seria nacionalizada y desde 28 de julio toda nuestra estirpe seria discriminada y prisionera de la sed de venganza y del hambre por comerse nuestras modelos de Cerveza Cristal; aunque lo peor sería definitivamente respetarlos.
Si un mínimo de sensibilidad humana después de estas elecciones me quedara; hubiera suscrito un texto como este, aceptando ser un indio pata rajada, que piensa y razona democráticamente a todo color y en full HD.
Como escritor, eres buen dibujante.
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