-Subcrónica desde un lugar sin nombre-
Postule e ingrese a ese bosque de Ilusiones perdidas para borrar frustraciones que no me pertenecían , ya en el camino hice míos sueños ajenos, no estaba dispuesto a permitir que mis habilidades y capacidades, (descubrí en el camino que las tenia) quedaran en esas aulas universitarias, graduado con Felicitaciones Publicas, me deje llevar en ese saludo bandera emocionado cuando en un abrazo te regalan un futuro con tu nombre en un cartón; el sacrifico de mis padres no seria en vano, aquellos años de estudio merecerían algo mas que una simple condición, aquellos aplausos en el grado, era el preludio de la inmediata misión, trabajar por mi, mi familia y la promesa de una vida mejor en este alicaído País.¡Hacer patria carajo!
Han pasado 4 años; mi Riduculum Vitae describe: 11 empleos diferentes con periodos máximos de un mes y medio; 2 cursos de superación personal; una olvidada banda de rock; una plaqueta de poemas que nadie lee y nadie leyó, 9 señoritas que me han dicho ¡no!, por no bailar reguetón, 5 tatuajes en monocolor, una cicatriz de 15 puntos, diez mil problemas con el alcohol, dos deudas en un bar y un amigo gerente que me llama ofreciendo un súper trabajo en un lugar denominado: “El culo del mundo”.
Es un día 13 del quinto mes en este lugar; 6 horas con 30 minutos, un día cualquiera, suena el despertador, (apenas dormí 3 horas y media) 12 botellas vacías de cerveza forman una barrera desordenada frente al televisor, lo enciendo porque no existe mejor somnífero al amanecer que el noticiario matutino regional, dos canales y la esperanza perdida para preguntar si algún día tendremos uno mas. Son las 7.17 de la mañana solo tengo trece minutos para ser libre; el toque de queda dura diariamente ocho horas y empieza mi rutina.
7.29 horas: llego a perforar esta tarjeta que me roba diariamente la razón, me regala una arruga y confisca lo que queda de mi autoestima.
7.35 horas: Me dirijo a la oficina tratando de asegurar dejar el hambre en mi habitación.
7.40 horas: Intento saludar a todos pero solo el guachimán se adelanta a felicitarme. No hay nadie, todos engordan en el restauran de la esquina.
7.45 horas: Enciendo la computadora y hago el intento de encenderme yo.
8.00 horas: Por el ruido y cuchicheos, todos han llegado, y el pánico me hace su presa… 4, 3, 2, 1… ¡Arquitecto…!
8.30 horas: Llegan de todos lados: personajes inimaginables, presidentes sin poder, abogados del juicios perdidos, directivos de pueblos fantasma; además de la enorme la documentación: solicitudes a suicidios masivos, invitaciones para matar promesas, cartas al mas allá y finalmente varias hojas de vida sin vida.
1.35 horas: hago reiteradas reverencias a mi monitor, alguien ronca, hedores y el sonido de la bomba del baño esta de fondo.
2.08 horas: Salí a darle vueltas al planeta para apresurar el reloj.
3.25 horas: La Solidaridad aparece y la ausencia de dios también.
3.30 horas: Perforo nuevamente los restos de mi poca razón.
3.45 horas: Estoy exhausto.
Despierto son 6.15 de la tarde, con renovada energía, me queda algunas horas para por fin tratar de ser lo que soy.
En general siempre sentiras esa sensación cuando haces algo que no te agrada,..busca otro trabajo deja aquello que mata tu espiritu.
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